lunes, 8 de noviembre de 2010

Sobre la desfragmentación del formato en la represenación periférica.

mural en pintura acrobinilica sobre frizo

Como una de las principales herramientas para describir un espacio en la pintura periférica, y como consecuencia del trabajo del collage, aparece la desfragmentación del espacio, que es más una multiespacialidad. Si en la perspectiva sugerida se evidencian dos planos espaciales o más, es más común que el espectador relacione su espacio real (material-tridimensional), con los espacios simulados (pictórico-bidimensional).

Si el espacio pictórico al que el espectador está habituado se ve deformado o interrumpido por personajes que bajan a un plano espacial intermedio, la bidimencionalidad en la pintura empieza a perder fuerza, y se hace menos necesaria. Esto hace que el espectador identifique al personaje en un plano que no es ni de la pintura ni de la sala en la que se expone, y es esta ruptura de los espacios la que permite que el espectador vea como factible la posibilidad de interactuar con el espacio presentado en la pintura, y esto nos lleva como parte de la interpretación, a plantearnos una opinión o posición que asumiríamos de estar presentes realmente en este espacio pictórico.

¿La pintura como medio de reflexión?

¿Qué pasaría entonces si la pintura creara un espacio percibidle como un espacio real?

¿Tomaríamos posición presencial dentro del espacio pictórico?

miércoles, 3 de febrero de 2010

Cromosíntesis .


La muestra de pintura de Felipe Muñoz encierra varios aspectos plásticos y conceptuales que denotan un grado de reflección ante el entorno en que se desenvuelve.

La mayor parte de sus piezas tienen como temática el indigenismo nacional, con la búsqueda de revalorizar la cultura de los pueblos indígenas y recordarle al espectador la existencia de sociedades que se desarrollan en perfecto equilibrio con la naturaleza.

Algunas de estas representaciones evocan lo poético del pensamiento rudimentario, otras representan el contraste entre los pueblos indígenas y la sociedad caraqueña, mientras otras solo se deleitan con el detalle de las huellas del tiempo en un rostro. La vida cotidiana de estos pueblos, sus creencias, tradiciones, costumbres y rituales impulsan a Felipe Muñoz a elaborar su perspectiva particular de los valores sociales y culturales, e invita a cuestionar seriamente el ideal de progreso de la sociedad en la que vivimos, invita a reflexionar en torno a la dirección que llevan las sociedades de consumo, invita a pronosticar su futuro si se continua el deterioro que implica la devastación del planeta con la excusa del “progreso”. También expone como realidad la armonía y el respeto mutuo, la necesidad de igualdad y lo espiritual en lo cotidiano.

El color como protagonista de estas imágenes descriptivas ayuda a que la lectura de las piezas permanezca en el recuerdo del espectador, la fuerza entregada a cada pintura cambia constantemente, la pincelada evoluciona en función del discurso. Algunas obras naturalistas describen situaciones concretas que parecen sacadas de la memoria de otra vida, que se presentan como la suma de lo que se piensa con lo que se ve y con lo que se recuerda, unificados en lo que se cree con devoción. Por otro lado otras piezas se conforman con manchas y pintura aguada, dándole paso al azar en la representación, para así formar imágenes pensables que se concluyen solo en la mente del espectador, quien es encargado en este caso de abrir la puerta a la imaginación de los detalles y del contexto en que estos personajes viven. Por que no solo se muestran colores y formas, se plantea Muñoz en estas piezas dar una manifestación de vida, con esperanzas de que las reflexiones ante cada pintura nos lleven a entendernos como espectadores, que nos impulsen a reflexionarnos, a cuestionar nuestras acciones, a redefinir nuestras prioridades y a mejorar lo necesario para coexistir en armonía con el prójimo y el planeta a la vez que evolucionamos y crecemos como personas.

Sobre la importancia del dibujo.

De todas las cosas que me ayudaron a entender el mundo de manera diferente, el dibujo, fue la mas importante, fue y es para mi el paso entre dos mundos, la transición entre lo real (material con cuerpo) y lo imaginario (real de pura energía) mediante la línea (la frontera).

Todo lo que podemos pensar lo podemos dibujar, esto claro después de años de practica y practica, ya que la única manera de aprender a dibujar es dibujando y dibujando y dibujando, ahí no hay libro que valga ni clases particulares que te revelen secretos ocultos.

Siempre me gusto dibujar, hasta que llego un punto que considere que “ya había aprendido”, claro eso fue muy tonto de mi parte, y de eso me di cuenta después de rayar mucho más. El dibujo no se aprende, solo se domina, mientras mas dibujas las líneas cambian y se hacen cada ves mas fuertes y autosuficiente, hasta el punto que para dibujar solo tienes que tener el lápiz en la mano e imaginar libremente, la mano hace el resto, ya no hay que fijarse en la punta del lápiz ni tener la borra pendiente, solo visualizar el todo fuertemente, y el dibujo fluye sin traba alguna.

El soporte del dibujo es un territorio sin reglas, hay todo es valido, toooo doooo. Todo lo debido y lo indebido, todo lo bello y feo, lo triste y lo alegre, lo tuyo y lo mío, ahí todo existe, y lo puedes tocar con la mente.

Formalmente los invito a conocer ese mundo ilimitado en cada uno de ustedes. Solo busquen lápiz y papel, y sean honestos, dibujen para ustedes, nada esta mal dibujado si es una verdad para el que lo dibuja.